Mi post de hoy está dirigido a la reseña de la novela Yo también te odio, de Joseba Iraola. Se trata, como puede darse a entender, de un juego irónico con las palabras. La portada es de lo más sugerente. Dos manos, una femenina y otra masculina, unidos por unas esposas que simulan alianzas de bodas. ¿Por qué esta imagen para presentar esta obra?
Solemos devolver la cariñosa frase de “te quiero” con un “yo también te quiero” o, simplemente, “yo también”. Y eso debió estar pensado el autor cuando decidió titular la obra “Yo también te odio”, respuesta que se daría a una persona que acaba de reprocharte un odio voraz. Dicen que del amor al odio hay un paso, y un paso muy corto. Y esto es lo que les ocurre a los protagonistas de esta historia: Mar y Jorge.
La novela cuenta como, poco a poco, se va desintegrando un matrimonio joven, con toda una vida prometedora por delante. Mar y Jorge se han amado. Decidieron casarse en su juventud y tuvieron un hijo. Demasiado pronto, según él. Pero necesario para formar una familia, según ella. Esta pudo ser la primera confrontación de la pareja. La convivencia fue otro factor desgastante de un amor. Las costumbres de uno y las de la otra chocan continuamente. Las familias también influyen en esta ruptura. No es fácil para Jorge tener como jefe a su propio suegro. Sin embargo, este sabe que su ex yerno hace bien su trabajo.
Ambos intentarán rehacer sus vidas, muchas veces buscando salidas forzosas, como amoríos fortuitos que no llegan a ninguna parte, salidas nocturnas, alcohol, bailes hasta altas horas de la madrugada. Y la persona que más sufrirá este desgaste será Manu, el hijo de la pareja. No comprenderá por qué su padre ha dejado de vivir en su casa, por qué ahora tiene que verlo tan solo algunos fines de semana al mes, por qué su madre está arisca con todo y con todos… No entiende el motivo por el que sus padres, no ya hayan dejado de quererse, sino que hayan llegado a odiarse. Y este sentimiento tan degradante llega al punto de no poder tener una conversación de adultos sin llegar a gritarse por cualquier motivo, aunque sea insignificante.
Joseba Iraola refleja con una prosa exquisita el gran problema de la juventud actual: los divorcios tempranos, con hijos pequeños. Intercala de forma sutil la tercera persona narrativa, mostrando al lector todo lo que ocurre, y la primera persona de los personajes. Así, tanto Mar como Jorge nos confiesan sus sentimientos y pensamientos más íntimos en torno a todo lo que están viviendo.
¿Merece la pena, realmente, causar ese daño a los que de verdad queremos? ¿Es cierto eso de que del amor al odio hay tan solo un paso minúsculo? Posiblemente no, porque, cuando realmente se ama, no se puede dejar escapar a esa persona; se debe luchar por ella hasta el final y adaptarse la una a la otra para buscar su felicidad. De esta manera ambos serán felices. Y los hijos, esos niños tan pequeños que acaban de nacer y que apenas empiezan a saber qué es esto de la vida, pueden tener una infancia normal, con su padre y su madre, que es lo que en el fondo necesita un niño. Al menos, este creo que es el mensaje que desea transmitir el autor con Yo también te odio.
Una historia fácil, cercana y muy emotiva que absorbe al lector desde la primera página deseando que Mar y Jorge se sienten, por una vez, a hablar como personas civilizadas y se digan: te quiero, yo también te quiero. Sin rencores ni blasfemias porque en el amor no caben esas cuitas. Y lo dejo aquí, porque no quiero estropeaos el final de esta historia.
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Os deseo una feliz semana. Espero que mi reseña os haya hecho desear leer este libro tan especial. Os dejo el enlace para poder haceos con él.
Un fuerte abrazo para todos,
Amacrema
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