Como cada 31 de diciembre a todos nos toca hacer balance del año. Mirar los propósitos que queríamos cumplir y no hemos cumplido y fijarnos en aquellos que sí hemos conseguido. Lo más habitual es que no hayamos cambiado muchas cosas, o tal vez sí. Para muchos este año pasado ha sido el gran año de su vida, un trabajo, una boda, un hijo…, por no entrar en momentos tristes del pasado. Pero para los que no ha salido todo lo bien que deseamos el pasado 31 de diciembre, nos toca desear que ya por fin sea el próximo año nuestro año, el del éxito. Y así poder acabar el año que hoy acaba con alegría y, sobre todo, con satisfacción, mucha satisfacción. Podemos acordarnos de los malos momentos, de los días de tristeza y de las largas noches de insomnio desesperado, pero lo mejor para este día es recordar esos buenos momentos, los viajes, las reuniones de amigos, un capricho comprado, etc.
Podemos coger papel y boli y escribir lo típico de estas fechas, adelgazar, aprender algún idioma, etc., o simplemente coger el papel ya arrugado del año pasado, porque, en realidad vuelva a ser lo mismo. Yo propongo no hacer nada de eso, sino vivir el día a día, intentado hacer las cosas lo mejor posible o lo mejor que podamos. El año es muy largo y no sabemos qué sorpresas nos tiene guardadas, porque estoy segura de que son muchas. Tal vez la pereza nos haya dejado cosas pendientes durante este año que termina, o, incluso, nos haya hecho aprender de nuestros errores para no cometerlos más. También se puede apuntar en una lista esos libros aún pendientes de lectura o, por qué no, esos libros que están por escribir.
Son tantas cosas que siempre prometemos cumplir y luego no hacemos… Podemos, sencillamente, disfrutar del día de hoy, con amigos y familiares y aplicar la filosofía de la señorita Escarlata en Lo que el viento se llevó, porque esos planes para el Año Nuevo ya los pensaremos “mañana”. Desde aquí os quería desear un Feliz Año Nuevo, que traiga prosperidad para todos y que podamos ver, al fin, nuestros deseos cumplidos. Y sino, siempre nos quedarán más 31 de diciembre para pedir lo mismo de nuevo. El mejor deseo es ser felices hoy y siempre, rodearnos de las personas a las que queremos y evitar hacer daño a los demás. Si esto está cumplido, podemos volver a celebrar muchos Fines de Año más.
El año 2015 estoy segura que traerá mucha suerte, porque el 5 es mi número de la suerte. Aprovechar para leer la segunda parte de El Quijote, porque es su aniversario; y no dejéis de ir al cine y al teatro, porque son las mejores formas de ocio que conozco. Tomar té con los amigos en algún lugar coqueto y pasar horas leyendo sinopsis en las librerías. Pequeños detalles que nos hacen felices. No dejéis de pasaos por Amacrema porque prometo sorpresas para el nuevo año, más reseñas, artículos y recomendaciones literarias, pero, sobre todo, muchas sorpresas para las nuevas entrevistas de 2015.
Un fuerte abrazo para todos y feliz noche.
África Crespo (amacrema)
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