martes, 14 de enero de 2014

LOS ENEROS DE LAS REBAJAS

Y como suele pasar después del mágico día de Reyes, vuelven las rebajas a llenar los escaparates de grandes letras y porcentajes, a veces, escalofriantes. Y así es cómo debe ser (aunque algunas aprovechen para sacar sus mejores reliquias al mercado). Porque las tiendas tienen que emplear este mes para poner a mejor precio todo aquello que saben que van a vender. Son tiempos difíciles para todos y somos muchos los que aguantamos a que lleguen estos días para hacernos de esas prendas que hemos estado idolatrando desde que en agosto las sacaron a la venta. 
Parece que estos últimos años de incertidumbre económica nos han hecho ser más prudentes; asimismo, las tiendas han tenido que espabilar. Porque no era normal que en julio estuviésemos comprando ya las botas y los abrigos por si nos quedábamos si talla. ¡Y vaya si esto ocurría! A comienzos de septiembre, cuando el calor todavía aprieta con fuerza, muchas botas altas ya había desaparecido, y los abrigos quedaban esos que nadie quiere. Pero de algunos años a esta parte todo eso ha cambiado, por fortuna. Ahora, en enero y en tiempo de rebajas, hay donde elegir y aún quedan tallas. Sin embargo, cada vez somos más los que nos apuntamos a la moda de comprar las mejores marcas estos días. Aunque hay que tener mucho cuidado porque el márquetin también funciona de maravilla y lo mismo ponen la segunda unidad a mitad de precio que regalan una prenda por la compra de tres. Hay que ser conscientes y asegurarse de que la rebaja merece la pena. 
Es un buen método el hacer una lista. Pero no escribirla ahora, antes de salir corriendo a comprar, sino venirla haciendo desde el verano, con todo aquello que nos gustaría tener, que queremos sustituir por algo que ya tenemos viejo, o por las cosas que nos hacen falta. Después, plantearnos qué estaríamos dispuestos a pagar por cada una de las prendas de esa lista y nunca llevar mucho más dinero del que pensamos gastar. Con todo esto claro, estamos preparados para las rebajas. 
Es el momento de hacernos con un buen bolso de marca, que nos dudará para toda la vida, o con un abrigo de una buena firma para que sea de calidad. También es la ocasión de los buenos cosméticos y maquillajes que no solemos comprar a lo largo del año. Y, si nos acordamos de los demás y no solo de nosotros mismos, aprovechad para comprar los mejores regalos de cumpleaños para familiares y amigos, porque es nuestra oportunidad de conseguir un regalo mucho mejor para aquellos que más queremos, aunque tenga que permanecer algunos meses guardado. 
¿Y por qué no darnos un capricho? Ánimo, entra en esa espectacular tienda que siempre te detiene su escaparate, porque es el momento de pasar, disfrutar de ella y, si el bolsillo lo permite, adquirir algún producto, aunque no sea muy grande. Una barra de labios, un monedero, un llavero, unos pendientes o un pañuelo serán siempre enseres que estén a la altura de nuestra economía y nos ayudará a sentir una gran felicidad cuando salgamos del establecimiento y nos paseemos por las calles con su bolsa. Si eres de los que adoran el deporte, recuerda que ahora podrás hacerte de esa espectacular raqueta, o de ese conjunto de esquí que tanto envidiabas cuando subías a las pistas. 
La felicidad de cada uno es personal, y hay que conseguir vivirla como queramos. Un consejo: los secretos de la felicidad son un secreto, y siendo felices se nos ve mejor de cara exterior, más bellos, más llenos de vitalidad, más espléndidos… Ese es el secreto: los detalles que nos ilusionan a cada cual.
Con cuidado y cabeza, siendo conscientes de hasta dónde podemos llegar por nuestras posibilidades económicas, os animo a que participéis del “gran teatro de las rebajas de enero”. Porque son puro espectáculo: gente revolviendo camisetas de grandes firmas como si estuvieran ante un puesto del mercadillo; montones de hombres esperando a probarse los abrigos; otros tantos llenos de bolsas y aburridos sentados en bancos cercanos; niños correteando entre zapatos, bolsos y camisas; adolescentes disfrutando de su primera paga; mujeres solas mirando y probándose sin prisa; trabajadores agotados deseosos de volver a casa; calles y tiendas repletas de gente. Esto es vida y alegría. ¿Alguien tiene alguna buena anécdota de sus peculiares rebajas de enero?
amacrema

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