Martina no podía dormir y se levantó de la cama. Ella sabía que mamá le iba a regañar porque no eran horas de que una niña estuviera aún despierta. Mamá estaba en el salón viendo una película y cuando vio a Martina aparecer por la puerta no dudó en llamarle la atención. “¿Pero qué haces despierta todavía! ¿Sabes qué hora es? Mañana no habrá quién te levante de la cama para ir al cole”. La niña miró a su madre con cara de pena, en sus ojos se veía que realmente no podía dormir.” Anda ven aquí conmigo.” Mamá le hizo un hueco junto a ella en el sofá y la acurró.“No puedes dormir, ¿verdad?” Martina negó con la cabeza. Mamá veía una película antigua, de esas que le gustaban a ella tanto.
En pantalla apareció un hombre elegante y caballeroso y una hermosa dama muy bien vestida. La pareja discutía. Él se había quedado sin trabajo y ella le proponía buscar un trabajo para ganar dinero. A Martina le sorprendió con cuanta agresividad le prohibía a su mujer trabajar. Decía violento que sólo él llevaría el dinero a casa y que ella jamás trabajaría.” Mami,” Martina decidió preguntar qué ocurría”¿por qué discuten?” Mamá le explicó que antes lo hombres no permitían que sus mujeres trabajaran. “Y ¿por qué?” insistió la niña. “Porque antes se pensaba de otra manera y los hombres no querían ver a sus mujeres trabajar. Ellos querían que se quedaran en sus casas cuidando a sus hijos y haciendo la comida para cuando ellos regresaran del trabajo.” Martina no entendía nada. ¿Por qué no podía ser ella la que trabajara si él no encontraba trabajo?
amacrema
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