Recuperar el amor de un ser querido que ya te ha olvidado es muy imposible. O quizá sería mejor decir muy improbable. Había agotado todas sus expectativas y salió de aquella habitación pensando que nunca más volvería a cruzar el marco de la puerta. Fuera hacía frio. Mucho frio. Pero ella se sentía por fin libre. Cruzó el parque que le separaban de veinte años de soledad y cautiverio y siguió su camino. Al llegar a la esquina se paró durante unos instantes. Se dio la vuelta y se quedó mirando a aquella puerta que tanta otras veces había cruzado y fue cuando lo sintió. Un escalofrío recorrió todo su cuerpo y una mala sensación se hincó en su alma. Las lágrimas caían por sus ojos pero cuando los alzó y lo vio por aquella ventana, de repente, se le secaron. Alzó la mano saludando pero no obtuvo respuesta. En ese preciso instante, bajó la mirada y dobló cabizbaja la calle, como otras muchas veces había hecho. jueves, 19 de enero de 2012
amacrema
Recuperar el amor de un ser querido que ya te ha olvidado es muy imposible. O quizá sería mejor decir muy improbable. Había agotado todas sus expectativas y salió de aquella habitación pensando que nunca más volvería a cruzar el marco de la puerta. Fuera hacía frio. Mucho frio. Pero ella se sentía por fin libre. Cruzó el parque que le separaban de veinte años de soledad y cautiverio y siguió su camino. Al llegar a la esquina se paró durante unos instantes. Se dio la vuelta y se quedó mirando a aquella puerta que tanta otras veces había cruzado y fue cuando lo sintió. Un escalofrío recorrió todo su cuerpo y una mala sensación se hincó en su alma. Las lágrimas caían por sus ojos pero cuando los alzó y lo vio por aquella ventana, de repente, se le secaron. Alzó la mano saludando pero no obtuvo respuesta. En ese preciso instante, bajó la mirada y dobló cabizbaja la calle, como otras muchas veces había hecho.
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