La palabra biblioteca significa, etimológicamente, el lugar donde se guarda un libro. La biblioteca nació al mismo tiempo que el libro y la escritura. Ahora, en la actualidad, una Biblioteca es un lugar donde, además de guardar libros, se guardan revistas, periódicos… Es un lugar de encuentro, de juego, de lectura, de estudio, de aprendizaje. Hoy en día, una Biblioteca puede ser de tan diversas formas que ya no sabemos si estamos en una biblioteca o en una cafetería, un lugar de juegos o en una sala de conversación. Una biblioteca puede ser un lugar de encuentro entre intelectuales, de charlas entre amigos, o conocidos, de libros con olor a nuevo y libros tan antiguos que ya ni siquiera podemos abrir por miedo a que se rompan. Una biblioteca es un museo, de libros sí, pero también de cuadros y esculturas. En una biblioteca puedes viajar, conocer mundo, conocer a excelentísimas personas, puedes imaginar, creer en lo que no crees, puedes soñar, volar, nadar, morir, nacer, ahogarte, crecer, menguar, ser hombre si eres mujer y mujer si eres hombre, puedes cambiar de etnia, o de nacionalidad, puedes bailar sin piernas, reír sin boca y ver el paraíso aunque no tengas ojos. Porque una biblioteca, al fin y al cabo, es un libro; y un libro tiene vida. Ya decía un proverbio hindú que “un libro abierto es un cerebro que habla; cerrado, un amigo que espera; olvidado, un alma que perdona; destruido, un corazón que llora”.
amacrema
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