jueves, 5 de mayo de 2011

amacrema

Cae la tarde en un día
de invierno. El cielo es azul
y las nubes se tiñen de rojo
fuego. Tú no puedes verlo
desde aquí pero yo sé que lo
estás sintiendo.

Las nubes rojas no están quietas,
se mueven. Sé que se mueven ellas
porque yo, sentada y sola, estoy quieta.
Espero que llegue mi día especial
y mientras aguanto observo el cielo.
No veo otra cosa que un rojo intenso.

amacrema

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